Las plataformas digitales y el dinero móvil brindan un nuevo impulso al microseguro

 

A pesar de la evolución positiva de los mercados de los microseguros en las regiones de América Latina, Asia y África, hay importantes inquietudes en torno al valor ofrecido a los clientes. Los índices de siniestralidad en las tres regiones son relativamente bajos: 23% en promedio.

Fuente: INESE Noticias

Según el último informe realizado por MIN- Landscape elaborado por Microinsurance Network sobre la situación de los microseguros en el mundo, resulta más preocupante que el un tercio de los productos en todas las regiones y la mitad de los productos en América Latina y el Caribe tengan índices de siniestralidad de un solo dígito.

En este nuevo mundo digital, según la organización, una buena noticia es que ha aumentado el uso que se hace del dinero móvil y de las plataformas digitales, incluidos los servicios de movilidad y las plataformas de entrega. “Están surgiendo casos exitosos de aprovechamiento de tales plataformas para el microseguro”, añade el estudio.

Los primeros indicios sugieren que la pandemia está impulsando la digitalización y aumentando la concienciación de los clientes con respecto al riesgo, dejando -añaden- también a algunos clientes con expectativas insatisfechas y a muchas aseguradoras y entidades de distribución muy afectadas por la crisis.

Por otro lado, desde el Microinsurance Network ponen el acento en que el auge de las soluciones insurtech puede conducir al riesgo de que se desatienda a una población más vulnerable. “Mientras se acelera la penetración de los teléfonos inteligentes, existe todavía una parte de la población que solo tiene acceso al teléfono fijo y que podría quedar rezagada en un contexto en el que las aseguradoras cambian a los servicios basados en la internet”.

Y es que según datos de GSMA, se estima que solo el 26% de la población de África subsahariana utiliza la internet móvil; En Asia y el Pacífico la cifra es del 48%; y en América Latina del 52%. Aedmás, por lo general, las mujeres en los países menos desarrollados tienen un menor acceso a los servicios móviles.

Mayor uso del dinero móvil

Por otro lado, el informe destaca que el uso del dinero móvil ha aumentado en estas regiones. En 2019 existían más de 1.000 millones de cuentas de dinero móvil en el mundo. «Cada vez más, los clientes llevan dinero en su monedero móvil y lo utilizan a través de transacciones móviles en lugar de pagar en efectivo», afirma este estudio.

En 2019, por primera vez, las transacciones digitales representaron la mayoría (57%) del valor de la transacción de dinero móvil en comparación con la conversión en efectivo. La evolución del dinero móvil varía enormemente de un país a otro. No obstante, el dinero móvil se percibe como un importante impulsor del microseguro, afirma este informe.

La organización afirma que aunque el seguro puede venderse directamente a través de billeteras móviles, es probable que persista la necesidad de una venta activa con interacción humana, en un contexto en el que el dinero móvil representa un canal importante para el pago de primas y reclamaciones.

Estos modelos aún están en sus primeras fases, pero es probable que aumenten las oportunidades conforme se generaliza el uso del dinero móvil. En tal caso, añade el documento «la colaboración entre las entidades reguladoras de los distintos sectores de la economía se hace cada vez más necesaria para garantizar que las aseguradoras utilicen con provecho el dinero móvil para el microseguro«.

La revolución de las plataformas digitales

En el último estudio sobre el panorama del microseguro se observó que las plataformas digitales se están estableciendo sólidamente en Asia y están creciendo en África y América Latina y el Caribe. A largo plazo, explican, los servicios financieros constituyen una parte importante de muchos de estos modelos de negocio basados en plataformas.

A menudo, el servicio de pago es el primer servicio financiero implantado, pero los seguros se suelen introducir poco después ya que se percibe como una forma de abordar directamente algunos de los retos a los que se enfrentan estas plataformas. Por ello, añade: «El seguro es visto como una forma de abordar el posible déficit de confianza en este tipo de plataformas».

En algunos casos, el seguro se añade de forma obligatoria y se incorpora a los servicios existentes en las plataformas digitales, tales como una cobertura contra accidentes incluida en un servicio de movilidad vehicular. Sin embargo, «será necesario desplegar importantes esfuerzos de sensibilización si se quiere que estos productos agrupados ofrezcan valor a los consumidores y creen confianza en los seguros e interés en nuevas compras de seguros», alertan.

Vender productos de seguro voluntario a través de plataformas digitales es más difícil, matizan. «Agregar seguros a las plataformas digitales no necesariamente conducirá per se a la aceptación del producto». Por ello, subraya el documento que las aseguradoras deben encontrar la forma de alinearse con los intereses de la plataforma, de modo que esta promueva activamente el producto de seguro, o bien combinar plataformas digitales con modelos de venta activa.

Además, la gran cantidad de datos de clientes que se recopilan por medio de estas plataformas ofrece oportunidades atractivas para que las aseguradoras lancen campañas de mercadeo y de venta de soluciones de seguros personalizadas o de productos agrupados.

«Las innovaciones de seguros vinculados a plataformas digitales aún están en sus primeras fases, pero es probable que se expandan conforme éstas y los pagos móviles que las respaldan sigan creciendo»