02/10/2025
En Guatemala, la cobertura de seguros continúa concentrándose en áreas urbanas, especialmente en la capital y las principales cabeceras departamentales. Allí es donde se concentra la mayor parte de la población con ingresos formales y acceso a servicios financieros. Sin embargo, en las zonas rurales —que representan una porción significativa del país en términos de territorio y población— el acceso a productos de protección es aún limitado. Esta realidad plantea un doble panorama: por un lado, un desafío social y económico; por el otro, una gran oportunidad de expansión para el sector asegurador, que puede convertirse en un agente clave de inclusión financiera y resiliencia comunitaria.
Dimensión de la brecha
El mercado asegurador de Guatemala posee un enorme potencial de crecimiento. De acuerdo con un estudio reciente, si se lograra cerrar la brecha de protección, el volumen de primas podría alcanzar hasta Q61 mil millones, es decir, 5.5 veces más que el tamaño actual del mercado. El 60.6% de esta brecha corresponde a seguros de Vida y el resto a seguros No Vida.
Esta brecha se refleja en varios segmentos de la población:
En comparación con la región, Guatemala mantiene uno de los índices de penetración de seguros más bajos de Latinoamérica del 1.4% del PIB, lo que confirma que existe un amplio espacio para crecer si se desarrollan estrategias adaptadas al contexto rural.
Estrategias para reducir la brecha
Son aquellos productos diseñados para llegar a un gran número de personas mediante coberturas estandarizadas, primas accesibles y procesos de contratación simples. Suelen distribuirse a través de canales alternos como bancos, comercios, farmacias, tiendas de conveniencia o plataformas digitales, lo que facilita que segmentos de la población que tradicionalmente no accedían a un seguro puedan contar con protección.
Uno de los principales retos es la falta de conocimiento sobre cómo funcionan los seguros y qué beneficios ofrecen. Programas de educación financiera en escuelas rurales, cooperativas, asociaciones de agricultores y centros comunitarios son esenciales para construir confianza y fomentar la cultura del aseguramiento.
Trabajar de la mano con cooperativas, asociaciones campesinas y organizaciones comunitarias permite que los seguros lleguen a los hogares rurales con mayor legitimidad. Estas alianzas ayudan a superar barreras de confianza y facilitan la distribución masiva de productos.
Impacto positivo de cerrar la brecha
La reducción de la brecha de protección no solo fortalece al sector asegurador al incrementar el volumen de primas, sino que también tiene un impacto social directo:
En este sentido, el mercado asegurador se posiciona no solo como un motor económico, sino también como un aliado estratégico para el desarrollo inclusivo y sostenible de Guatemala.